Cultura constata que la Torre de la calle del Gigante era dos veces más grande de lo supuesto

Y que fue levantada en el siglo XIII con un sistema constructivo de doble cinturón

Los trabajos arqueológicos para la recuperación de la muralla medieval revelan la existencia de una fuente de la que no se tenía verificación, y que podría ser del siglo XIX o de los primeros años del XX.

La Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Lorca, Sandra Martínez, ha informado de que las tareas arqueológicas de consolidación y recuperación que se están ejecutando por parte del Consistorio Municipal en la muralla medieval han descubierto la existencia de una fuente ubicada en las inmediaciones de la conocida como Torre Rojano. La Edil ha explicado que "el proyecto de rehabilitación de la muralla de Lorca contempla los tramos en calle del Gigante (torre 9), calle Zapatería (cortina 17) y calle Pósito (torre Rojano, cortina 26 y cortina 27). Estos trabajos en el entorno de la torre Rojano, junto al antiguo Archivo Histórico Municipal de Lorca, han sacado a la luz los restos de la antigua muralla de tapial de época islámica, junto a los restos de un caño o fuente, posiblemente de inicios del siglo XX.

La Concejal de Cultura ha explicado que los investigadores que están trabajando en este proyecto se han visto sorprendidos, ya que se pensaba que la torre de la calle del Gigante contaba con entre 6 y 8 metros de lado, y se ha constatado que en realidad se trata de una torre más grande, en concreto de 16 metros de lado. Estamos hablando de una construcción defensiva, levantada mediante la aplicación de un sistema constructivo que incluye un doble cinturón hueco. Con posterioridad se procedió al establecimiento de un refuerzo estructural. En todo caso, el equipo de arqueólogos ha verificado que es una torre almohade, levantada entre los siglos XII o XIII. En época cristiana los tapiales se forraron con aplicaciones de mampostería, elemento que se perdió en 2005/2006.

Cabe recordar que las obras, que cuentan con un presupuesto de 426.000 euros, se iniciaron en mayo de 2011. Estas tareas abarcan trabajos previos de arqueología y rehabilitación del patrimonio. Se prevé que estén finalizados para noviembre.

La torre fue construida por los almohades y cuenta con añadidos de época cristiana

La Concejal de Cultura ha explicado que la torre Rojano, antes de su hundimiento (2005/2006), mostraba una fábrica de mampostería del siglo XIV. Tras el estudio realizado, bajo esta construcción ocultaba los restos de un torreón anterior de época almohade de la primera mitad del siglo XIII realizado de tapial. Su estudio permite entender cómo se construían este tipo de torres a partir de cajones de tapial, observando los procesos de trabajo en el levantamiento de torres y cortinas de la muralla.

El desarrollo de estas investigaciones ha permitido documentar en la cortina 17 los restos del antiguo tramo de la muralla bajomedieval con la presencia de un lienzo de tapial calicastrado (capa de mortero de cal en el exterior) del siglo XIV, sobre el que se cimentaron las viviendas del siglo XIX. Sandra Martínez ha destacado que la finalidad de los trabajos arqueológicos es la de proceder al análisis de los diferentes momentos constructivos de la muralla, contando con un equipo técnico profesional con amplia experiencia en arqueología, restauración y arquitectura. En este proceso se cuenta con la dirección facultativa de Rafael Pardo Prefasi, Severino Sánchez Sicilia e Inmaculada González Balibrea. La dirección arqueológica es responsabilidad de Juan Gallardo Carrillo y José Ángel González Ballesteros.

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