Piden la dimisión de la responsable de cultura

Pedro Sosa e Isabel Casalduero, concejales de IU-Verdes y PSOE, respectivamente, en el Ayuntamiento de Lorca, piden la dimisión de la concejal de Cultura, Sandra Martínez al considerar que su labor al frente de la misma no ofrece garantías de mantenimiento de los servicios culturales de Lorca.

Los concejales han denunciado en primer lugar el recorte económico anunciado por la misma para la Banda y Escuela Municipal de Música, que llegará hasta el 34 % según la información barajada por los mismos.

A juicio de Casalduero y Sosa esto es algo insólito, ya que nunca se ha llevado a cabo un recorte tan espectacular, lo que sin duda va a dar lugar al práctico desmantelamiento de ambos servicios, cuestión que no se merece la sociedad lorquina.

Ese 34 % representa en valores absolutos alrededor de 80.000€ que al fin y al cabo es menos de un 0,1 % de los 86 millones de euros presupuestados por el Ayuntamiento para el año 2011.

Los concejales consideran que la señora Martínez está poniendo en riesgo de desaparición una institución con casi 85 años de antigüedad que presta un servicio público en todo el término municipal.

Respecto a la Escuela Municipal de Música, los ediles recordaron que en el presente curso están recibiendo clases en la misma cerca de 330 alumnos, la mayor cifra de toda su historia, que formalizaron la matrícula a cambio de un servicio cuya prestación la concejala está poniendo en riesgo con ese recorte del 34% a los 60.000 euros que la escuela recibía en la actualidad.

En lo referente a la Banda Municipal, recordaron que ésta venía recibiendo unos 174.000 euros destinados al pago de las becas a los 36 músicos que la componen, seguros sociales y demás gastos de funcionamiento; señalando que la señora Martínez parece haber olvidado que detrás de esas becas existen personas que contaban con ese dinero para hacer frente a sus hipotecas, personas en paro, muchos de ellos sufriendo aún los efectos del terremoto, y que se van a encontrar en una situación difícil si llega a aplicarse esa reducción de presupuesto tan desproporcionada.

Los representantes de ambas formaciones creen que un gestor público debe saber priorizar las actuaciones dentro de su área, algo que a todas luces ha demostrado no saber hacer la señora Martínez al dar lugar a la grave situación en la que pueden quedar tanto la Escuela como la Banda Municipal de Música.

A esta denuncia se suma la opinión de los concejales de las dos formaciones políticas sobre la nula labor de coordinación que dicha concejala está ejerciendo en su concejalía, ya que ni es sensible a las demandas y necesidades de los distintos colectivos, que poco a poco están comprobando como la institución municipal se aleja de ellos; ni, por otra parte, es capaz de armonizar, coordinar y maximizar el importante capital humano de que dispone en su servicio.

Los concejales están convencidos de que los distintos colectivos culturales son sensibles y entienden las dificultades económicas, pero precisamente en estos momentos es cuando más se necesita el apoyo moral y anímico de los dirigentes políticos para sacar adelante los proyectos, aún a costa de bajar costos, y a eso todos están dispuestos.

También aluden Sosa y Casalduero a los inexplicables retrasos que están sufriendo las reparaciones de varias de las dependencias a su cargo, tales como son las del Centro Cultural de la Ciudad, la biblioteca Pilar Barnés, o la sala de conferencias del Huerto Ruano, cuando el Ayuntamiento ya ha recibido del Consorcio de Compensación de Seguros la cantidad de 12,5 millones de euros para arreglos en dependencias municipales.

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