Todas las obras y proyectos municipales acumulan retrasos y errores de bulto en su tramitación por la inoperante gestión del alcalde de los socialistas

• No se salva ninguna: la remodelación del aparcamiento del colegio de Campillo comenzó sin tener aprobado el Plan de Seguridad, el arreglo de los camerinos del Teatro Guerra arrastra 5 meses de retraso y no ha comenzado, y el nuevo acceso al colegio de El Consejero tenía las expropiaciones pagadas desde hace cinco años, pese a lo afirmado por el gobierno de Mateos.

Obras que tienen la financiación reservada y comprometida, pero no empiezan. Otras cuya tramitación acumula retrasos de 27 meses, y otras que se encargan a las empresas, pero se paralizan sin ofrecer explicación alguna a los vecinos afectados. El caos en las obras que debería gestionar el gobierno de Mateos es total. La acumulación de errores y fallos no es una anécdota, sino que se ha convertido en la norma general, de tal forma que las obras cuya tramitación y ejecución cumple con cierta normalidad constituyen hoy en día la excepción.

El concejal de Fomento en el ayuntamiento de Lorca por el Partido Popular, Ángel Meca, ha exigido al alcalde de los socialistas que asuma directamente el control de las obras municipales habida cuenta del caos y la torpeza que su gobierno viene demostrando proyecto tras proyecto. No hay semana en la que no meten la pata, y no nos resulta cómodo tener que realizar este tipo de afirmaciones, pero la situación es la que es. Bien que nos gustaría decir otra cosa, poder felicitarles por su gestión, porque sería positivo para los lorquinos, pero es evidente que la inestabilidad e inoperancia del gobierno de Mateos está perjudicando a nuestro municipio.

La conclusión más clara de todo este desastre es que el gobierno de los socialistas ni sabe gestionar, ni parece tener ninguna intención de aprender, ni muestran tampoco interés por rectificar, así que cuanto antes cerremos esta etapa tan nefasta para Lorca, mejor para todos.

Como ejemplos representativos de este desastre en la gestión de las obras, hoy podemos señalar tres casos que recogen de forma muy clara lo mal que están haciendo las cosas. El primero de ellos es el proyecto para remodelar el aparcamiento del colegio de El Campillo. Esta obra se adjudicó en el mes de abril y no comenzó hasta el 9 de septiembre, coincidiendo con el inicio del curso escolar. Se tenía que haber realizado durante el periodo de vacaciones para no interferir en el normal desarrollo de las clases, pero no han sido capaces de hacerlo.

Se diseñó, además, sin contar con la opinión ni de los vecinos ni de la comunidad educativa del colegio. Incluyeron una zona de suelo que era propiedad privada, sin avisar al propietario, con quien no alcanzaron ningún acuerdo. Cuando empezaron los trabajos, volvieron a invadir esta propiedad privada, hasta que el propietario tuvo, literalmente, que detener los trabajos de la excavadora mecánica. Lo que nos hemos encontrado ahora es que, para colmo de males, estos trabajos comenzaron sin tener aprobado el Plan de Seguridad y Salud, que no obtuvo el pertinente visto bueno de la Junta de Gobierno Local hasta 8 días después, en concreto el 17 de septiembre. Tardaron 5 meses en aprobar un plan de seguridad. Una chapuza total.

El segundo caso son las obras de arreglo de los camerinos del Teatro Guerra, que tenían que haber comenzado hace 5 meses, con una inversión aproximada de 30.000 euros. Fueron adjudicados en abril, y tenían que estar terminados desde el mes de mayo, pero a día de hoy no han comenzado. Estamos hablando de una obra de pequeña envergadura, que no requiere de una tramitación extraordinaria, sino de unos simples trabajos de albañilería y fontanería. En vez de aprovechar el periodo en el que habitualmente el teatro registra menos movimiento, van a provocar que la obra se ejecute precisamente cuando se inicia la temporada de otoño. Una negligencia que se tenía que haber evitado.

En tercer lugar, tenemos que referirnos a otro proyecto ligado a la comunidad educativa de un colegio. Se trata de la actuación que estaba prevista para acondicionar un nuevo acceso al colegio de El Consejero, y que financia íntegramente el gobierno regional del Partido Popular a través del Plan de Obras en Pedanías. Esta obra fue adjudicada en junio, pero los trabajos no comenzaron hasta hace unos días arrastrando un retraso de tres meses, precisamente después de que desde el Partido Popular presionáramos al gobierno de Mateos. Lo peor del caso es que pusieron como excusa para esta demora en el inicio de los trabajos que tuvieron que realizar expropiaciones, algo que no es cierto, puesto que estas se efectuaron hace la friolera de cinco años, tal y como consta en el acta de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Lorca.

Ángel Meca ha indicado, además, que estos casos se suman a una muy larga serie, de la que no podemos olvidar los retrasos y retrasos en las obras de Ifelor, así como la supresión de las obras para la corrección de una curva en La Hoya y la eliminación hasta en dos ocasiones de las obras previstas para la construcción de una acera entre el núcleo urbano de la pedanía de La Parroquia y un paso a través del lecho de río en la misma pedanía.

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