Peña Cultural Flamenca Ciudad del Sol

El pasado viernes, 31 de enero, los aficionados al cante flamenco pudieron disfrutar de la extraordinaria actuación del cantaor Antonio Ayala, "El Rampa", y la guitarra del joven murciano, Rodrigo Félix, alumno de la Escuela de Flamenco de Cartagena. El artista cartagenero, volvía a la Peña Cultural Flamenca de Lorca después de muchos años y de haber ganado el Sol de Oro en la edición de 1989. Además cuenta con la Lámpara Minera de La Unión, El Melón de Oro de Lo Ferro, El Abanico de Barcelona y otros muchos premios en los más importantes festivales de Andalucía y Extremadura. De la mano del Instituto Cervantes hizo una gira internacional por diversas capitales París, Roma, Londres, Tel Aviv…. En el año 2003 graba un disco titulado Desolación en la Quimera con poemas de y sobre Luis Cernuda, patrocinado por la CAM y editado con el sello RTVE.

La noche del viernes, Antonio EL Rampa, interpretó magistralmente un amplio repertorio que empezó con una solea para acabar por alegrías y por bulerías. Para finalizar, invitó al escenario a un grupo de alumnos de su escuela y de amigos venidos desde Cartagena para que le acompañaran al compás.

Entre el numeroso grupo de aficionados cartageneros se encontraba Raquel Cantero, conocida cantaora extremeña y profesora del Conservatorio, así como varios socios de la peña Antonio Piñana.

Desde Torrevieja acudieron Rosa Martínez y Juan Carlos Lázaro, responsables de la Casa de Andalucía, Rafael Alberti. A parte de ver la actuación, aprovecharon para invitar a la Peña Flamenca de Lorca a su Segundo Día Internacional del Flamenco que va a tener lugar el próximo 9 de febrero y comunicarle, además, que con este motivo se le va a hacer entrega de un premio junto con la peña El Morato de Almería. La velada también contó con la presencia de Lola Valverde y de Guillermo Castro, de Murcia Flamenca, que se desplazaron desde la capital para ver al artista invitado.

Esta primera gala del año ha tenido un gran éxito de público al completarse la capacidad de la peña lorquina con la presencia de un gran número de socios y bastantes seguidores de diferentes lugares del municipio de Lorca. De haber tenido más cabida, hubieran sido muchos más los aficionados que hubieran podido disfrutar de la noche flamenca.

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