Vox no ha llegado a Lorca para caerle bien a los partidos tradicionales ni para practicar la política de amiguetes que ha venido desarrollándose hasta ahora en Lorca, donde la oposición política ha brillado por su ausencia.
Vox ha venido para aplicar su programa y ser la voz de miles de lorquinos que no se sienten representados en el Ayuntamiento de Lorca.
La agitación del miedo como medida preventiva contra Vox, no ha servido para nada, ni servirá ante los lorquinos valientes que han visto en Vox una herramienta eficaz al servicio de su municipio y de su país. País que el partido socialista quiere vender a independentistas, comunistas y terroristas a cambio de su parcela de poder.
Vox ha llegado para quedarse y convertirse en un actor fundamental y necesario en la política y en la vida del municipio, aunque eso naturalmente inquiete a los partidos tradicionales que ven peligrar su estatus y amenazan a los lorquinos con miedo e involución, aludiendo a un tiempo pasado, el de la España en blanco y negro, en el que a veces parece que viven.
Vox significa futuro y esperanza para una Lorca sumida en el marasmo político del bipartidismo.
Vox significa pedanías, control del gasto, seguridad, comercio vivo, oportunidades. Vamos a poner las instituciones al servicio de los ciudadanos.
