Agricultura y Agua construye en el tramo alto del Guadalentín 16 kilómetros de colectores para proteger la calidad del agua del río

El director general del Agua y el concejal del Ayuntamiento de Lorca visitan las obras de saneamiento de las pedanías de Altritar, El Consejero y Los Cautivos, que suponen una inversión de dos millones de euros

El director general del Agua, Miguel Ángel Ródenas, visitó hoy, junto con el concejal de Agua, Medio Ambiente y Ganadería del Ayuntamiento de Lorca, Melchor Morales, las obras de los colectores de saneamiento de las pedanías de Altritar, El Consejero, Los Cautivos, y otras zonas adyacentes al tramo alto del río Guadalentín.

La inversión prevista en estas infraestructuras es de cerca de dos millones de euros, y supone la instalación de 16 kilómetros de tuberías de recogida de aguas residuales.

Estas obras se enmarcan en el Plan Integral de Saneamiento de Lorca, que constituye una de las principales tareas de la Consejería de Agricultura y Agua en estos momentos en que las grandes depuradoras de la Región de Murcia ya están construidas. Actualmente se está abordado el resolver el problema de saneamiento y depuración en las pedanías murcianas.

Las primeras estimaciones de las actuaciones que corresponden al municipio lorquino ascienden a 100 millones de euros, a desarrollar en este y en próximos ejercicios. Así, están en construcción obras por importe de 6 millones de euros, que corresponden al saneamiento de la carretera de Águilas, además de las obras que afectan al tramo alto del Guadalentín. En próximas fechas se inaugurará el colector de El Rincón y el tratamiento terciario de la depuradora principal de Lorca.

Asimismo, se han llevado a licitación obras por importe de 13 millones de euros, correspondientes a los colectores de saneamiento de Purias, de la zona de El Campillo y de Coy y Doña Inés, en el río Turrilla. Estas actuaciones representan el 20 por ciento del total del Plan Integral de Lorca.

El director general del Agua destacó que todas las obras contempladas en el municipio conllevan la construcción de unos 170 kilómetros de colectores, lo que significa, dijo, “un enorme esfuerzo orientado por un lado a recuperar el agua residual para que pueda ser reutilizada y paliar así el grave problema de escasez de agua para el regadío lorquino, y por otro proteger el medio ambiente de vertidos nocivos”.

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