Posicionamiento del Gobierno Municipal sobre sentencia de obras del edificio Montoya

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Lorca, Francisco García, ha explicado en referencia a la sentencia recaída en el procedimiento contencioso administrativo relativo la licencia de obras y cambio de uso de un edificio de la calle Corredera que “el Ayuntamiento respeta, como hace siempre, las decisiones judiciales”.

Desde el Ayuntamiento han informado que ya el 19 de mayo de 2005 el Consejo de Gerencia de Urbanismo, ante la solicitud de obras y cambio de uso realizadas por la propiedad de este inmueble, acordó, antes de tomar una decisión al respecto, solicitar un informe a la Dirección General de Cultura, administración competente en materia de protección del patrimonio, puesto que la edificación se encuentra en el entorno de un Bien de Interés Cultural (el edificio de la Comunidad de Regantes).

El Consistorio ha aclarado que dicho informe fue emitido por la Dirección General de Cultura el día 20 de diciembre de 2005, y que el mismo era favorable tanto al proyecto de restructuración del edificio como al cambio de uso propuesto, entre otras razones porque las obras no suponían modificaciones exteriores en el edificio que afectaran al entorno.

A pesar del contenido del informe solicitado por el propio Ayuntamiento, el anterior Equipo de Gobierno Municipal decidió, el 7 de marzo de 2006, denegar la licencia de obras solicitada por la mercantil propietaria del inmueble. Contra esta denegación se interpuso, por la Mercantil Comercial Montoya, S.A., recurso contencioso administrativo, en el que ahora el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Murcia ha sentenciado que esa denegación de licencia no se ajustaba a derecho y que por tanto las obras solicitadas se ajustan plenamente a la legalidad y que la mercantil recurrente tiene derecho a la obtención de la licencia.

García explica que “desde que existe un informe de la Dirección General Cultura favorable, el grupo municipal popular se posicionó a favor de dichas obras porque lo contrarío supondría condenar a este céntrico edificio a que se cayera tras pasar décadas de ruina”.

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