Las obras de recuperación de la iglesia de San Diego prevén aligerar el peso de la nave central en 80 toneladas

para mejorar la reacción del templo en caso de terremoto

Los trabajos, que se iniciaron semanas atrás, cuentan con una inversión que supera los 700.000 euros por parte de la CARM. Ya se ha reconstruido la espadaña de la fachada principal, cuya caída constituye una de las imágenes más mediáticas del seísmo de 2011

La Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Lorca, Sandra Martínez, ha visitado esta mañana las obras de recuperación de la iglesia de San Diego, que resultó gravemente dañada a consecuencia de los terremotos registrados en nuestra ciudad en mayo de 2011. Martínez Navarro ha recordado que fue precisamente la caída de la espadaña de este templo una de las imágenes que mayor impacto causó a nivel mediático, puesto que se derrumbó mientras una cámara de televisión estaba realizando una conexión en directo a nivel nacional. Gracias a los trabajos que se emprendieron hace unas semanas, esta espadaña ya ha sido reconstruida con materiales modernos y nuevas estructuras, especialmente preparados para resistir seísmos, y se ha procedido también a la retirada de las estructuras de andamiaje que se encontraban en la parte exterior del templo.

Sandra Martinez ha explicado que la recuperación de San Diego se enmarca dentro de los elementos del patrimonio histórico incluidos en el plan director para el patrimonio lorquino dañado por los terremotos. En el transcurso de las obras han aparecido numerosos daños, por lo que se está trabajando con un proyecto abierto a modificaciones. Uno de los principales problemas que se ha encontrado para acometer esta actuación ha sido el fuerte desplazamiento que sufrió la fachada principal, que se despegó casi 15 centímetros respecto al cuerpo del templo, algo que ya ha sido corregido consiguiendo junto con otras actuaciones consolidar totalmente el edificio.

La Edil de Cultura ha manifestado que también se han hallado graves daños en las pilastras que sustentan la nave central, que incluso hicieron temer por la estabilidad del edificio.

Del mismo modo se han encontrado una serie de pinturas en el templo, algunas del siglo XVII pertenecientes a la entonces denominada iglesia de la Virgen de los Desamparados, sobre la que se levantó el actual edificio. Por tal motivo se está investigando desde la comisión del Plan Director para decidir sobre la idoneidad de su conservación.

La actuación más sobresaliente de las que restan por llevar a término en este templo corresponde a la retirada de la capa de hormigón de la bóveda que dificulta su capacidad de resistencia frente a movimientos telúricos. Estamos hablando de aliviar el peso de la nave central en más de 80 toneladas.

Francisco Marín, responsable técnico de estos trabajos, ha indicado que todos los arcos fajones y grietas están ya suturados y arreglados. Se han encontrado deformaciones en la bóveda ajenas al terremoto. Nos preocupó mucho en un primer momento la estabilidad del edificio, por lo que se procedió a reforzar su andamiaje. El desplazamiento de la fachada provocó una situación de inestabilidad que se corrigió con láminas de 4 metros situadas con 20 grados de inclinación a modo de bulbo. Se encontró que el seísmo había desprendido el 40% de la sección resistente de las pilastras, algo que nos alertó y que también ha sido corregido.

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