La nueva malla subterránea de recogida de pluviales permite aprovechar para regadío el agua de lluvia

que se recoge en varias calles del centro de la ciudad

Se trata de una de las ventajas que se ha introducido durante el desarrollo de las obras de modernización y mejora que se han venido desarrollando en el casco urbano por parte del Ayuntamiento. La red soterrada abarca las calles Plaza de España, Álamo, Lope Gisbert, Puente La Alberca, Santo Domingo y Carril de Caldereros hasta llegar al lecho del río.

Los concejales de Obras y Servicios Municipales, Ángel Meca, y Medio Ambiente, Melchor Morales, han informado del nuevo sistema de recogida y evacuación de aguas pluviales que se ha instalado en diferentes calles del casco urbano. Los ediles han explicado que el Ayuntamiento ha aprovechado los trabajos de modernización y mejora de redes soterradas para proceder a la instalación de una malla subterránea que recoge el agua de lluvia y la canaliza hasta las inmediaciones del partidor de la Casa Mata, lugar en el que la pone a disposición de los regantes lorquinos para su aprovechamiento en el riego de cultivos agroalimentarios.

Se trata de una de las consecuencias más palpables que se deriva de la batería de actuaciones desarrollada en el centro de la ciudad. La malla subterránea, proyectada con anterioridad al inicio de los trabajos en cuestión, nace en la Plaza de España y baja por la calle Álamo (actualmente en obras), continuando por Lope Gisbert hasta el cruce de esta con Juan de Toledo y Carril de Caldereros. En este enlace, la red se duplica, de tal forma que un tramo prosigue hasta la calle Puente La Alberca y el otro se dirige por Carril de Caldereros hasta el lecho del río cruzando la avenida de Santa Clara a la altura del emplazamiento donde anteriormente se ubicaban las lonjas municipales. Estamos hablando de un recorrido que cuenta con una distancia aproximada en su conjunto de 1.200 metros, y que permite la recogida del agua de lluvia tanto de las calles por las que discurre de forma soterrada la mencionada infraestructura como las vías más cercanas. La estructura soterrada se ha instalado con una profundidad media de 1,10 metros, que oscila dependiendo de las características de la vía bajo la que se ubica.

Menos charcos en las calles, más agua para regar cultivos

El objetivo marcado por parte del Ayuntamiento con esta actuación se dirige en una doble vertiente; de tal forma que por una parte se consigue reducir las escorrentías de agua por calles que contaban con fuerte pendiente (como es el caso de la calle Álamo) y se propicia la desaparición de charcos en las vías. Por otra parte se logra un aprovechamiento total del agua lluvia para ponerle a disposición de los agricultores. Los concejales que han participado en la presentación de esta malla subterránea han señalado que las obras que se realizaron sobre la superficie de las calles objeto de mejora fueron importantes, más si cabe ha sido el diseño de las redes soterradas, que han contado con una planificación muy ambiciosa y cuidada hasta el milímetro.

El tramo de malla de recogida de agua de lluvia instalado bajo Lope Gisbert, Puente La Alberca, Santo Domingo, Carril de Caldereros y Avenida Santa Clara está conformado por canalizaciones de cemento y PVC especial, mientras que el habilitado debajo de la calle Álamo aprovecha las anteriores canalizaciones de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, entroncándolas con el colector que recibe las aguas que bajan desde Santa María y las conduce hasta otro entronque ubicado en la intersección de las calles Álamo y Lope Gisbert, a la altura de Correos.

Este sitio web utiliza cookies para facilitar y mejorar la navegación. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso. POLITICA DE COOKIES