Comienzan las obras para mejorar la seguridad peatonal en Camino Marín dotando de nuevas aceras, mejor iluminación y un nuevo vial que conectará con Alameda de Cervantes

Se trata de un proyecto financiado íntegramente por el Gobierno Regional a través de la Consejería de Presidencia y Fomento, con un presupuesto de 368.207,95 euros y un plazo de ejecución previsto de 9 meses.

El Concejal de Obras en el Ayuntamiento de Lorca, Ángel Meca, junto a la Directora General de Ordenación del Territorio, Arquitectura y Vivienda de la CARM, Laura Sandoval, han supervisado esta mañana la ejecución de las obras contenidas en el proyecto de acondicionamiento y mejora de infraestructuras que se están llevando a cabo entre Alameda de Cervantes y Camino Marín.

Se trata de un proyecto que cuenta con un presupuesto de licitación cifrado en 368.207,95 euros, y con un plazo de ejecución previsto de 9 meses. Esta mejora de infraestructuras, que se ejecuta entre la calle Carlos María Barberán y el popular Camino Marín, tiene el objetivo prioritario de mejorar el tránsito peatonal en la zona, que ha registrado un notable incremento gracias a la instalación de nuevos servicios en las inmediaciones, como es el caso del Centro de Recursos Culturales, Centro de Salud Lorca Sutullena, Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, Escuela Infantil Municipal y Centro de Salud Mental. La finalidad es dotar a esta zona de amplias aceras, acabando con la situación actual en la que esta comunicación se encuentra interrumpida por diversos elementos. De esta forma, además, se implementará un nuevo vial de evacuación y comunicación entre Alameda de Cervantes y Camino Marín.

Las tareas que se están realizando hasta el momento contemplan el desbroce y cajeo de un área de 250 m, ubicada entre el final de la calle Carlos María Barberán (en paralelo a la vía del ferrocarril) y el camino Marín. Construcción de un tramo de muro de hormigón que dará continuidad al actual, que servirá para separar la calle de la vía del ferrocarril, con una longitud de 180 m. En este enclave se procederá a la construcción de un tramo de muro de hormigón que dará continuidad al actual y que servirá para separar la calle de la vía del ferrocarril. El siguiente paso será construir un vial de 17 m de ancho, dotado de calzada de 7 m, aparcamientos, carril bici de 2,5m y acera peatonal de 4 m de ancho.

Cabe destacar que en el camino Marín se ha previsto realizar una calle de 18 m de ancho entre vial y acerado, para adaptarla también a lo indicado en el Plan General de Ordenación (PGMO), mediante el fresado del vial actual de 5 m de ancho, que pasará a ser de 7 m, incorporando aceras peatonales en ambos lados de 3,5 m y 2,5 m y un carril bici de 2,5m.

El equipamiento urbano y de servicio también va a ser mejorado. De hecho se ha previsto el entubamiento del canal de pluviales que presta cobertura a los vecinos de la calle María Agustina, pasando bajo la vía, en un tramo de 30 m, incorporando una canalización de 1.000 mm, que quedará bajo el vial. Se ha previsto, además, la instalación de 150 m de tubería de 315 mm de pvc para la evacuación de aguas pluviales de la calle Carlos María Barberán, que verterá en el colector anteriormente mencionado.

Los trabajos en marcha incluyen dotar a esta zona del casco urbano de alumbrado público. Actualmente la calle se encuentra sin iluminación en el tramo nuevo o iluminada mediante faroles colocados en postes de madera con luminarias de brazo al final de la calle, con lámparas de vapor de sodio. Se ha previsto la sustitución de las luminarias actuales por otras de tipo led. Para las columnas situadas en la calle, se ha previsto la iluminación desde las aceras a base de columnas de 9 m equipadas con luminarias de 64 leds de 99w, así como un nuevo cuadro de mando y protección con telegestión, nuevas canalizaciones y cableado.

El proyecto, financiado íntegramente por el Gobierno Regional, contempla habilitar una nueva canalización de telefonía en toda la calle y el soterramiento de líneas de baja tensión.

La pavimentación abarca aceras a distinto nivel que la calzada, pero con una nueva alineación del eje de calle y plazas de aparcamiento definidas. El pavimento actual de las aceras se encuentra muy deteriorado por la antigüedad del mismo o directamente no existe. Igualmente ocurre con el pavimento de calzada. El nuevo pavimento de aceras será ejecutado a base de adoquín sobre capa de gravilla y calzada de 7 m, con dos capas de aglomerado, una de base del tipo AC22 (S20) y otra de rodadura del tipo microporoso fonoabsorbente, con un espesor total de 9 cm.

Los trabajos prevén la conservación del arbolado actual, la incorporación de nuevos alcorques, de 1x1x1,5 m3, así como una red de riego automatizada. Se instalarán bancos de madera en la zona de la acera elevada, junto a señalización horizontal y vertical con señales urbanas de aluminio.

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